A lo largo de la
historia, y en su entorno, se gestaron importantes acontecimientos, de gran
trascendencia en cada momento: según el historiador Claudio Sánchez-Albornoz,
en un monasterio situado en las cercanías de su desembocadura, en lo que hoy es
Ablaña de Abajo, y debido a intrigas familiares, estuvo cautivo el Rey Alfonso
II (el Casto); a mediados del siglo XIX,
también en sus alrededores, la Asturian Mining Company levantó el primer alto horno de
España y; casi un siglo más tarde, y también en sus dominios, se iniciaría un
acontecimiento decisivo en la convulsiva política de la II República española: la
revolución de octubre del 34.
Octavos de Nicolasa 1917 Fuente: Álbum Fotográfico de Mieres (1864-1939) |
Cuanto glamur tuvo en
otro tiempo. Tirando de la hemeroteca, descubrimos sus escarceos con la alta
sociedad, Condes, Marqueses y familias adineradas vivían, se paseaban, se
casaban o abrían sus negocios dentro de sus dominios. Apellidos como: Bernaldo
de Quirós, Numa Gilhou, Álvarez del Manzano, Montoto o Figaredo, nos lo
demuestran.
Por aquellos tiempos, raro era el que no conocía su nombre y, durante décadas, todos los caminos, aunque pocos y sinuosos, llegaban a ella. Nadie lo dudaba: estaba en el mapa.
Por aquellos tiempos, raro era el que no conocía su nombre y, durante décadas, todos los caminos, aunque pocos y sinuosos, llegaban a ella. Nadie lo dudaba: estaba en el mapa.
Postal de 1957 |
En su época de esplendor, llegó a tener casino y rondaba la veintena de chigres. También disponía de Almacenes de vinos, varios comercios de productos básicos, Estancos, Kiosko, pequeños comercios especializados, Carnicerías, Pescaderías, Confitería, Panaderías, Droguería, Ferretería, Peluquerías, Carpintería, Sastrería, pequeñas industrias transformadoras, Farmacia, Cruz Roja, Centralita telefónica, Oficina de Correos, Economato de Hunosa, Consultorio médico, Cine, Cuartel de la Guardia Civil, Casa Sindical, varias Escuelas, dos activas Estaciones de Ferrocarril y algo más que, seguro, se me quedará en el tintero.
¿Quién en todo el
concejo y ayuntamientos limítrofes no conocía sus concurridas y populares
Fiestas de San José?, o que decir de su animada y campestre jira a la Meruxega
el Domingo de Pascua. Del mismo modo, vecinos del pueblo también me hablan de
otra fiesta campestre, que durante varios años se organizaba en el desaparecido
Prau Regueru.
No obstante, en la actualidad, casi nada queda de aquello: las calles están casi desiertas; de los veinte bares, tan sólo nos queda uno y medio; no hay partidas de tute, garrafina o subastao; ¡Qué tristeza!, apenas hay niños; ya no existe aquel ruido continuo y olor a trabajo. Todo es silencio y abandono.
No nos queda más remedio que conformarnos con el romanticismo y añoranza de lo que fue. De aquella esplendorosa época industrial, tan sólo queda San Nicolás, pero con los días contados y en tratamiento paliativo. ¿Y Mina Llamas?: a merced de la naturaleza y mimetizándose con ella, que para nuestra desgracia, la tenemos que ver diariamente.
Ye una pena que el nuestru pueblu este asi... Lamentablemente muchos de nosotros no seguimos la tradicion familiar y emigramos pa la ciudad, algo que seguramente nunca habiamos pensao hacer cuando corriamos por les calles del pueblu.
ResponderEliminarLa xente no sabe bien lo que fue esti pequeñu pueblu; arteria principal en aquellos años doraos de la mineria y el trajin de trabayaores de aqui pa lla...
Años que ye dificil que vuelvan.
Más claro, el agua. Nun se pue explicar mejor el problema que se nos plantea nel futuru d'esti pueblu.
EliminarBueno.. Ahora no tenemos tanto. Pero tenemos, una farmacia, una peluquería, un kiosko, un bar... no es lo mismo pero habrá que luchar por lo poco que queda. Que aunque parezca poco tovia da vida a un pueblu. Y yo creo que la gente que tiene negocios en ablaña, está luchando por ello.
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